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Muchas veces nos pueden las ansias de mejorar, y cambiamos los innegociables e imprescindibles descansos por más entrenamientos. Éste es un grandísimo error, que como consecuencia conseguiremos un estancamiento o una bajada de rendimiento que nos llevará al «sobreentrenamiento».

El descanso, que es tan importante en el deporte como el entrenamiento y la alimentación, siempre viene determinado por la carga que estamos aplicando en nuestra rutina diaria de ejercicios, si se quiere una progresión de resultados, que nos permitan asimilar todo el entrenamiento realizado, para conseguir nuestro objetivo, que no es otro que lograr la llamada «sobrecompensación».

Tiene vital importancia el descanso activo, que puede ser una actividad ajena al deporte que practicamos con regularidad y que es tan necesario después de cargas máximas o competiciones, a los descansos que necesita el organismo para realizar otro entrenamiento de la misma índole (la excesiva repetición de los entrenamientos provocará un estancamiento en nuestros resultados), al descanso total, después de semanas de grandes volúmenes de entrenamiento y porqué no, al descanso psicológico. Cuántas veces perdemos la motivación en nuestra actividad deportiva por ser repetitivos, y la mejor solución sería desconectar totalmente para volver a la carga, con las pilas cargadas.

Un mal control alimenticio, la carencia de algún aporte vitamínico en el organismo, puede conducir a este deterioro.

Qué importancia tiene pensar que el entrenamiento se debe se ajustar a las posibilidades de cada persona, el intentar fijarnos en los demás nos puede llevar a no suministrar bien nuestras fuerzas; y al cansancio físico se uniría también el estrés psicológico y desembocaría en el temido sobreentrenamiento.

Síntomas identificativos del sobreentrenamiento

Se puede identificar a través de síntomas fáciles de apreciar:

  • Fundamentalmente el incremento de pulsaciones tanto en reposo como durante el ejercicio.
  • La evidente disminución de peso
  • Falta de apetito
  • Gran dificultad para dormir con normalidad
  • Descenso del rendimiento
  • Desmotivación en general
  • Cansancio general
  • Depresión, ansiedad

La prevención empieza al eliminar las posibles causas que nos llevan a ella.

Un plan de entrenamiento individualizado, con objetivos a corto, medio y largo plazo, con una valoración del estado de salud al igual que la condición física y una diseño del programa personalizado por mediación de un entrenador personal, puede ser una buena solución.

Artículo publicado en la versión impresa de la revista “Magazine zona Vip” agosto 2006.

Autor: Quique Ruiz

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